origen de la música.
Aunque
es imposible datar la fecha concreta en la que se origino la música, su
aparición está relacionada con la misma capacidad innata del hombre para
comunicarse de cualquier modo, es decir, con el lenguaje. Ya que si bien
pensamos en las primeras formas de comunicación de los hombres durante la prehistoria,
es común pensar en gritos, quejidos, llantos u otras expresiones rítmicas para
hacerse entender entre ellos según la necesidad que exigiera la situación, y
estas, teniendo un aspecto en común con la música, dio paso a su origen
atendiendo a necesidades sociales, estéticas y psicológicas.
La música en ese primer momento era para
establecer comunicación a larga distancia, por medio de señales realizadas con
tambores, astas o cuernos utilizados para hacer llamados, avisos, o advertir a
otros la llegada de un grupo a la zona, práctica que fue extendida por África
hasta incluso mantener vigencia en la actualidad, también era utilizada para la
comunicación con seres sobrenaturales, o como después lo llamarían los
griegos “alimento de los dioses”, el mismo
aire místico/mágico que evoca la música y la danza jugó un papel crucial en la
religión, al ser un elemento imperativo para los rituales.
La
evidencia más antigua de anotaciones musicales es una lapida del año 1400 a.C
que muestra una canción de amor, sin embargo por su complejidad y forma se
infiere que tuvo antecedes más rudimentarios, además hay que tener en cuenta
que las primeras comunidades tenían una limitada comunicación entre sí por lo
tanto, aunque hubieran aspectos constantes entre ellas, sus culturas eran
distintas y en consecuencia su música también, sumado al hecho que la música es
inspirada, surge en la mente del músico sea consciente de crearla o no, es un
proceso tanto de composición metódica y planificada del texto musical y la
improvisación al momento de ejecutarla. Lo que es en otras palabras es que el
proceso creativo de la creación musical es único, efímero y dependiente del
comportamiento humano.
La
relación entre las emociones sociales, intelectuales, sentimentales, percibidas
por los sentidos, es la llave para la expresión, catarsis de la pieza musical,
ya que, la misma es un medio de descarga emocional, y hace de esto un acto de
colaboración colectiva, donde todos pueden identificar y sentir lo que el
artista lleva dentro de sí. Así funcionan las canciones de trabajo (work’s songs), además de motivar, asegura
el buen desarrollo del labor, mientras que en la estética, la música forma parte de las artes
gráficas y plásticas.
Otros
de los primeros vestigios de los
instrumentos musicales son, del solutrense, los litófonos de piedra (una
especie de xilófono antiguo), que acompañaban a los difuntos durante la
transgresión del mundo terrestre al más allá, estos instrumentos no eran la
única prueba de que los primeros homínidos tenían conocimiento de la percusión
y el sonido, ya que, también en las cavernas y grutas fueron encontrados
símbolos, generalmente círculos y puntos, donde había mayor acústica en el
lugar, lo que es igual a que tenían un conocimiento de cómo funcionaba en el
eco, el sonido o por lo menos, sabían dónde encontrarlo. Está resonancia,
repercusión en esos lugares daba la sensación de movimiento, de palpitar de las
piedras, la ilusión de que en esa cueva realmente había vida.
También
se uso las caracolas, asociadas a la fertilidad por la similitud al miembro
reproductor femenino y surgieron las primeras flautas, huesos huecos con
algunos orificios, esta era un regulador
del flujo de aire, y estuvo relacionado con Pan, semidiós clásico de los
pastores y los rebaños. Entre los egipcios y mesopotámicos un elemento en los
rituales.
Durante
el magdaleniense, se uso el rombo (Rhómbos),
hecho son la pala de un astano de Teno, de diecisiete centímetro
aproximadamente y decoración geométrica usado en África y América.
La
voz también utilizada en cantos, habían rapsodas en la India que iban de una
ciudad a otra recitando canciones. En egipcio y Mesopotamia se usaron tambores,
como símbolo de protesta y conexión espiritual, asimismo se usaría después en
Mongolia, China y Japón junto con el timbal, el Kong y el Laúd.
Bibliografía:
- El nacimiento de la música como lenguaje y sus manifestaciones socio-culturales. G. Navarro (2012).
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