Cultura Teotihuacán.
Teotihuacán es una cultura de
bases arcaicas con nuevas influencias que le permitieron su gran desarrollo
hasta llegar a ser la primera gran cultura mesoamericana, a tal punto que para
los historiadores es la escisión entre el periodo pre-clásico y el clásico.[i]
Con
una ubicación favorable, en el actual estado de México, en el país del mismo topónimo,
Teotihuacán contaba con una vasta extensión de tierra de 522km2
justo en el área central del país, lo que le proporcionaba cercanía al Golfo de
México y al gran valle, influenciándose con las demás culturas asentadas en
dichas zonas no solo en un aspecto económico y político sino también abriendo
un manantial de inspiración artística, palpable en la pintura, escultura y arquitectura.
Teotihuacán estaba limitada por el norte
por el cerro Gordo y el Malinalco, al sur con el cerro Patlachique ligado con
estribaciones de la sierra Nevada. Y en el oeste, limitaba con el cerro
Tlahuilco y el Valle de México.
En cuanto clima y geología,
es probable que en la época en que se erigió esta ciudad cosmopolita, el valle
hubiera estado lleno de árboles y vegetación y su clima haya sido menos seco
que en la actualidad, rodeando las edificaciones con un territorio óptimo en el
cual desempeñar la agricultura, la caza, y todas las actividades necesarias
para sustentar esta estable comunidad.
Teotihuacán, en
aspectos arquitectónicos, impone un estilo geométrico, destacando en su
urbanismo sus edificaciones y esculturas. El espacio urbano, al que se tiene
acceso por una larga calzada que recoge plazas cuadradas y rectangulares, de un
orden que se puede asemejar al hipodámico de los griegos debido a su orden y la
permanencia de edificaciones cuadradas, limitadas por pirámides y plataformas, resaltando
entre ellas las pirámides del sol y la luna.
Ambas pirámides son
de formas simples, caracterizada por muros de talud, una inspiración que se
asume proviene de las mesetas de México. “El cosmopolitismo teotihuacano se
encuentra en el carácter ecléctico de algunas terracotas y de ciertas pinturas
murales. En sus siglos de grandeza la ciudad debe de haber lucido vivamente
policromada: colores planos en los exteriores y escenas multicolores en los
interiores”[ii] brindados
por los minerales en el barro y piedras de la zona.
Socialmente,
la cultura teotihuacana se mostró bastante estable pues a pesar de haber
divisiones jerárquicas, encabezada por
un sacerdote o chaman, todos los ciudadanos gozaban de calidad de vida, que los mantenía satisfechos
en cualesquiera fuera su estrato social.
No
obstante, no todo es una utopía, ya que así como se ve un claro progreso social
y económico, se han hallado evidencias de rituales y cultos de sacrificios
humanos e, incluso, animales dentro de Teotihuacán, acercándonos a esta
civilización claramente proyectada hacía el futuro, al ser la influencia para
la cultura Maya, pero anclada y con febriles raíces en las expresiones más
primitivas intrínsecas en su gentilicio.
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